martes, noviembre 07, 2006

CONVERSA

- Buenos días don Roberto
- Buenas. Llegai tarde.
- Perdone don Roberto. Usted sabe la micro se demora…
- Levántate antes pues hombre. Si sabís que la micro se demora, no entiendo porque no te levantai más temprano.
- ….
- Como estuvo el fin de semana. ¿Te curaste de nuevo?
- Don Roberto, usted sabe que ya lo dejé.
- ¿Qué dejaste? ¿El trago? Jajá… No te creo.
- Se lo conté la semana pasada.
- Jajajaja. Pero sólo llevai una semana sin copete y ya me decís que lo dejaste? Puta que erís optimista…
- Bueno por algo se empieza pos Don Roberto.
- Jejeje, que gracia hueón…
- …
- Acuérdate que hoy tenís que cargar las baterías de Don José.
- Si don Roberto. Lo hice antes de venir a saludarlo.
- Bien. Oye y tu mujer… ¿Qué cuenta?
- ¿Mi mujer? ¿La Cecilia?
- Si po, la Cecilia… ¿O tienes otra?
- No. Bueno, ella está bien… pero ¿Por qué me pregunta por ella?
- ¿Quién los entiende? Si uno no pregunta soy un jefe de mierda, y si pregunto me ponís cara de marciano…
- Es que como nunca lo había hecho.
- ¿Y qué?… ahora lo hago…no puedo acaso… Ya po, dime, ¿Cómo está tu mujer? ¿Sigue lavando ropa?
- Sí, pero ahora también la plancha.
- Una pequeña empresaria, ya veo, ya veo… Y ¿gana sus luquitas?
- Algo saca.
- ¿Y tú?
- Yo ¿qué don Roberto?
- ¿Ganai tus luquitas extras?
- Eeehhh, lo que saco acá a veces con los clientes de aquí po…
- ¿Estái seguro? No te hacís tus pitutitos por ahí?
- No don Roberto.
- No me mintai Evaristo…
- Pucha, ya le llegaron con cuentos…
- ¿Cuentos? ¿Qué cuentos?
- …
- Responde pos hueón…
- Déjeme explicarle don Roberto.
- No. Me expliquís na hueón… Te vieron salir el viernes con el cargador de baterías… así que supongo que te ganaste tus lucas en tu barrio…
- Pe… Pe… Pe…
- Pe.. Pe… Pe… Ahora te dio por tartamudear, conchetumadre… Dime… ¿cuántas lucas te echaste al bolsillo?
- …
- Dime huéon o te acuso de robo…
- Diez luquitas no más…
- Diez? Estai seguro? No serán unas 20?
- Trece…
- ¿Trece qué?
- …
- Respóndeme hueón … ¿Trece qué?
- Trece lucas.
- …
- …
- Jaime!!! Jaime!!! Donde estai hueón?
- Aquí don Roberto…
- Ven altiro!
- Diga Don Roberto.
- ¿Tú viste al Evaristo salir con el cargador de baterías?
- …
- Dime hueón!!!
- Sí…
- Sí ¿qué?
- Sí Don Roberto…
- No hueón, me tenís que decir “Sí yo ví al Evaristo salir con el cargador de baterías… ¿me entendís ahora?
- Sí Don Roberto.
- Sí ¿qué?
- Que sí, que yo ví al Evaristo salir con el cargador…
- Viste desgraciao, te vieron…
- …
- Y ahora te quedai callado.
- Pero Don Roberto…
- Sssshhttt… Tú no metai la cuchara… vuelve a tu pega…
- Sí Don Roberto…
- Evaristo… Llevai trabajando 5 años conmigo… Por qué me hacís esto hueón?
- …
- Te quedaste sin lengua culiao… Ya… A ver… ¿Cómo solucionamos esta huéa? ¿Cuánto me dijiste que ganaste?
- Trece... trece lucas..
- Más fuerte hueón que no te escucho!!!!
- Trece lucas!
- Ya po… a fin de mes arreglamos… Te quedaste sin trece lucas de tu sueldo… Por ladrón y más encima por hueón…
- Como usted diga don Roberto…
- Oye… y nunca más me hagai esto, ¿entendiste?
- Sí.
- Sí ¿qué?
- Sí Don Roberto…
- Ya hueón. Mejor vuelve a tu pega…
- …
- Vuelve a tu pega te están diciendo…
- Como diga usted don Roberto…
- Feliciano!!!! Ven pa´cá que tengo que hablar contigo…

martes, septiembre 19, 2006

BEBÉ


Va en bicicleta recorriendo la ciudad. No tendría nada de particular sino fuera porque se viste como guagua. Tiene 53 años. Sobre su pecho lleva un babero XL y un chupete de goma. Polera azul, usa pañales de adulto que le abultan el estómago. Habla como niño, con un sonsonete insoportable. Cada 4 palabras aparece una risa (tonta, infantil, sin sentido) En su mochila de Pedro Picapiedras, lleva una mamadera con leche, un peluche de la Pantera Rosa y una muda. Sí. Una muda. Porque se caga y se mea. Su bicicleta es color celeste y tiene unos espejos grandes donde pega sus calcomanías. Las Chicas Superpoderoas, Teletubbies y Tom y Jerry. Se llama Juan. Su recorrido en bici incluye una visita a su hermano mayor, al Hogar de Cristo y a una Fuente de Soda donde siempre le regalan un sandwich jamón queso. Gracias tío le dice al mozo. Cada noche vuelve a su hogar, allá por Cerro Navia. Una viuda de 65 años lo acogió luego de ver su historia en un programa de televisión. Cada noche, la viuda le ofrece una teta. Y Juan chupa hasta quedarse dormido.

lunes, julio 17, 2006

UN VERANO NARANJA


Cientos de veraneantes tostándose al sol. La arena: como una alfombra perfecta. El cielo: un papel mural sin degradé. Pelotas de tenis van y vienen. Como las olas. Como los gritos que anuncian el rico barquillo y el pegajoso cuchufí. Nadie deja de sonreir. Los niños juegan en la orilla. Un par de surfistas se pierden entre las olas. Decenas de bikinis encienden las miradas. Es una postal veraniega inmaculada. Un spot de televisión, natural y vendedor. De pronto, las sonrisas se convierten en muecas. Las muecas en inquietud. Algo que no encaja. Algo molesta. Es cierto. Hay alguien que está fuera de lugar. Es una niña. Una niña-de-cabeza-calva. Al centro del set veraniego esta niña-de-cabeza-calva extiende su toalla. Su sonrisa es amplia. Sus aros se ven enormes. En una mano el balde. En la otra una palita. El encantador sonido de las paletas se detiene. Los vendedores ambulantes bajan la voz. El bronceado salvavidas sube el volumen del walkman. Algunos la miran. Otros esconden sus ojos tras los best sellers de verano. Hasta las gaviotas guardan silencio. No hay remedio. La máquina vacacional sufre esta vez un duro revés.

viernes, junio 30, 2006

AY AMOR

Trata de olvidar. Trata de olvidar sentado en uno de los tantos asientos de la estación de metro. Cuando piensa en ella siente un dolor bajo sus costillas y en la muñeca de su mano derecha. Como una puntada. Su novia, prima hermana de la vecina, le dijo que no, que nunca más, que esta vez era para siempre. Desde ese minuto fatal se la encuentra en todas partes. En el crucigrama, en todas las canciones de Julio Iglesias, en el nombre de la protagonista de la teleserie. Cada día se le hace un mundo despertar en la mañana, ducharse, prepararse desayuno, tomar la micro, saludar a los colegas, encender el computador, trabajar, ir al baño, tomar un café, fumar un cigarrillo, salir a colación, almorzar, fumar otro cigarrillo, tomarse otro café, volver a trabajar, despedirse de sus colegas, apagar el computador de la oficina, tomar la micro, volver a casa, preparar la cena, volver a dormir. Sueña con ella. Cada noche. Que le hace el amor, que le toma la mano, que la besa en la mejilla, que le hace un masaje. Trata de olvidar. Todos los días, todos los minutos, todos los segundos. Ha inventado varios trucos para engañar sus sentimientos. Hizo un curso de lectura veloz, participó en un concurso de poesía, se metió con una puta, mató su gato a patadas, se hizo socio del Audax Italiano, se rapó al cero. Pero ya nada resulta. 5 meses van desde que le rompieron el corazón. Y todavía le sudan las manos cuando escucha su nombre.

sábado, mayo 20, 2006

LA SPEZIA


Italia
La Spezia, Liguria
Estación de trenes
15:37 minutos
17 de Mayo, 2005


Un anciano sentado en un banco. Viste entero de jeans. Sobre su cabeza, un sombrero cowboy color negro. Lleva un pequeño bolso deslavado marca Diadora. A un costado, un perro chico, raza indefinida. Al frente del anciano, un joven en cuclillas. 18 años. Piel bronceada. Arabe (puede ser marroquí, libanés, quizás turco). Una polera blanca con el logo Levi´s sobre el pecho. Jeans y zapatillas gastadas. El viejo lo mira detenidamente. El chico le sostiene la mirada. El perro siempre tranquilo. El chico se pone de pie y se sube la polera mostrando su vientre liso. El viejo mira. El árabe se sobajea el estómago, le da la espalda y se toca los glúteos. El viejo sigue mirando. El perro muerde una de sus patas en busca de una pulga. El abuelo, siempre con la mirada al frente, busca algo entre sus bolsillos y le ofrece un cigarrillo. El chico lo recibe y lo enciende con un encendedor azul. Aspira el humo y vuelve a su lugar. El viejo abre su bragueta. El joven sonríe coquetamente y se saca la polera. El perro levanta su cabeza y mira a su amo. El viejo mete su mano blanca dentro del pantalón. Un pene flojo se asoma tímidamente. El chico dice unas palabras en un idioma del demonio y lanza una carcajada. El viejo se masturba con cara triste. El tren con destino a Rapallo llega a la estación. Decenas de turistas bajan con sus mochilas a cuestas. El abuelo detiene el movimiento de su mano y se cierra la bragueta con una mueca de decepción. El chico se pone de pie y le habla al oído. El viejo saca una billetera y le pasa un par de monedas. El perro está dormido. Un inspector grita algo en italiano. El chico se sube al tren de un sólo salto y se cierra la puerta. El tren se pone en marcha. El viejo sentado y con la mirada al frente acaricia el lomo de su perro y también se queda dormido.

domingo, abril 23, 2006

PAJA


Cierra la puerta del baño. Se baja los pantalones. Se sienta en el W.C. Enciende la radio como medida de distracción. Para gatillar el impulso sexual, sabe que tiene que fijar en la mente una de estas tres imágenes: 1) las tetas generosas que escapan de la blusa escotada de la profe de matemáticas. 2) el culo de su tía Andrea encarcelado en sus jeans rojos. 3) La prima María José haciéndole un masaje en el cuello. Después de la elección, toma delicadamente el pene sólo con 3 dedos (pulgar, índice y corazón o dedo tercero). Realiza un masaje preciso, tierno y rápido sobre el glande cálido. Luego de estimularse con la imagen seleccionada, comienza el zapping sexual acostumbrado: que se lo chupan, la foto del par de lesbianas que esconde en el libro de Historia, la Cata en jumper recogiendo un lápiz, cualquier foto de la Penthouse del Miguel o de la Playboy del papá, los calzones de la nana, aquel encuentro casual con esa mina sin nombre que una noche de agosto le mordió la oreja bailando un lento de los Enanitos Verdes. El secreto de una buena masturbación, según, él es mezclar, coordinar y fusionar todas estas escenas a un ritmo endemoniado y preciso. Cuando el semen está a punto de ser expulsado, aminora el ritmo. Detiene el zapping y profundiza en una, y sólo en una, de las tantas imágenes del repertorio. Esta vez triunfa el encuentro casual con esa mina sin nombre que una noche de agosto le mordió la oreja bailando un lento de los Enanitos Verdes. Tose para distraer a su madre que siempre pulula tras la puerta del baño. Cierra los ojos. Aprisiona el prepucio con los mismos 3 dedos para atajar y detener el manantial de placer. Goza el momento luminoso (siempre como si fuera la primera vez, siempre). Suspira. Limpia. Pablo tiene 12 años y es virgen. Para él, la masturbación es un rito sagrado que debe cumplir estos requisitos básicos. El cura del colegio le dijo una vez que la masturbación no sólo es pecado, sino que además le provocará un daño irreversible a la vista. Que incluso podía quedar ciego. Lo que no sabe el cura del colegio es que a Pablo esa amenaza le provoca risa. Por una razón muy simple. Su papá es oftalmólogo. Y de los buenos.

martes, abril 04, 2006

6 DE ABRIL


En un auto. Un hombre y una mujer sin nombres conocidos. De fondo, una canción de los años 70. Un, dos, tres besos. La ciudad dormida. Son las 5 y media de la mañana del sexto día del primer mes de la estación otoño. En menos de 2 metros cuadrados se desata la tormenta del deseo. Hacen el amor. En silencio y para siempre. Ojos desorbitados/fluidos acaramelados/piel eléctrica. Hacen el amor. Con todo el tiempo a su favor. Con la inútil levedad de los ángeles. Hacen el amor. Un tatuaje para la piel. Un gemido para siempre. La primera y última vez en la vida. Pasan los años y borran los números de sus celulares. Hoy la mujer cree escuchar su voz en una estación del metro. Hoy el hombre cree verla caminando por el pasillo de un reluciente supermercado.

jueves, marzo 02, 2006

A NADIE


Ella lo miró y le pidió una explicación. El le dijo: a mi tb me viene el otoño. Ella siguió en silencio. El continuó: Es cierto. Una vez me dijeron que tenía cara de otoño. Y me lo creí. Y entonces la estación fue mía. Ella miró hacia un lado. Luego hacia el otro. El se rascó la oreja derecha, encendió un cigarrillo y concluyó: El otoño es el sol que no daña y el gris que no nubla. Por eso me gusta. Porque no va para allá, pero tampoco para acá.

domingo, enero 22, 2006

LA FOTO



Mira. Ahí estoy en Santa Mónica, Los Angeles, California, Estados Unidos, América. El tipo de lentes es mi jefe. El resto son unos gringos lateros que nos enseñaron la ciudad. Esa tarde fuimos a almorzar a un restaurant muy snob frente a la playa. Me creerías que detrás de mí estaba sentado este actor, éste que estuvo casado tanto tiempo con la Meg Ryan. Te gusta ella? Mmmmm, a mi no tanto. Pucha, no me acuerdo ahora del nombre. Es uno que actuaba en una película muy idiota. Viaje Insólito o algo así. ¿Te conté que el hotel donde alojamos estaba lleno de productores de cine de todo el mundo? Uno de los gringos me explicó que se trataba de una gran feria que se hace una vez al año en la ciudad, donde las grandes distribuidoras venden todas las series y películas que se hacen en Hollywood. Una fauna de la puta madre. Esa mañana, cuando nos sacamos la foto, y luego de una eterna reunión de trabajo, fuimos a conocer el Paseo de las Estrellas. Ufff, bajo mis zapatillas una galería de famosos: Al Pacino, Jerry Lewis, Sofía Loren, Marilyn Monroe. Tienes razón, ahora se las dan a cualquiera. Don Francisco no tiene una? Cuando estábamos frente al Teatro Chino, vimos mucha gente aplaudiendo, y habían hartos periodistas y policías. Adivina quién estaba? Martin Scorsese. Sí. Mi director favorito Mi preferida? ufff, es difícil elegir una. Podría ser Los Buenos Muchachos. Le estaban haciendo un homenaje o algo así. Y junto a él Joe Pesci y la Sharon Stone. Joe Pesci y la Sharon Stone!!! Ella se pasó. Te juro que sobre su cara caía una luz especial. Lo más divertido del lugar es que todos parecieran ser actores secundarios. La mujer que limpiaba mi habitación se parecía a Madonna. Y el tipo que nos estacionaba el auto era igualito a Andy García. Al final estuve 5 días en Los Angeles. Una ciudad rara con millones de hombres y mujeres buscando sus 15 minutos de fama. Antes de volver a Chile, mi jefe me subió el sueldo con un whiskey en la mano. Dennis Quaid! El actor se llamaba Dennis Quaid. Lo ubicai?