viernes, febrero 29, 2008

LLAMADA


Marca un teléfono. 225 45 62. No hay nadie. Marca otro. 09 534 32 26. Ocupado. Se dirige al baño y se mira al espejo. Está pálido. Transpira helado. Marca de nuevo. 225 45 62. Nadie contesta. Insiste con el otro. 09 534 32 26. Sigue ocupado. Se sienta en el living. Toma una revista vieja y empieza a hojearla. Una miss universo. Un futbolista. Un programa de televisión. Tiene la garganta seca. Se levanta y se sirve un vaso de agua. Se lo toma. 09 534 32 26. Buzón de voz. 225 45 62. Nadie. Enciende un cigarrillo. Fuma hasta la mitad y lo apaga contra el cenicero. Da vuelta por la casa y entra nuevamente al baño. Mira su cepillo de dientes, el jabón, una máquina de afeitar. Sale del baño, entra a la pieza, sale de la pieza. En el pasillo lo intenta de nuevo. Ni uno ni el otro. Nadie quiere contestar su llamada. Se saca la polera. Otro vaso de agua. Enciende la televisión. Cambia de canales y se detiene en un documental sobre elefantes. Deja el televisor encendido, va a la cocina, abre el refrigerador, lo mira detenidamente, saca una manzana, apaga el calefont, vuelve al baño, vuelve al living, vuelve a la revista, vuelve a la pieza, vuelve al televisor, vuelve a los elefantes, vuelve a llamar.