En un auto. Un hombre y una mujer sin nombres conocidos. De fondo, una canción de los años 70. Un, dos, tres besos. La ciudad dormida. Son las 5 y media de la mañana del sexto día del primer mes de la estación otoño. En menos de 2 metros cuadrados se desata la tormenta del deseo. Hacen el amor. En silencio y para siempre. Ojos desorbitados/fluidos acaramelados/piel eléctrica. Hacen el amor. Con todo el tiempo a su favor. Con la inútil levedad de los ángeles. Hacen el amor. Un tatuaje para la piel. Un gemido para siempre. La primera y última vez en la vida. Pasan los años y borran los números de sus celulares. Hoy la mujer cree escuchar su voz en una estación del metro. Hoy el hombre cree verla caminando por el pasillo de un reluciente supermercado.
martes, abril 04, 2006
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18 comentarios:
Se me pararon los pelos...
tu historia me llegó.
Buen post.
Saludos.
Qué historia, un poco triste, pero linda...ocurrió justo ¿ayer?
070406
Y cuantas veces pasará...en cuantas ciudades,
incluso Caldera (ja!).
Saludos
Blogmatico
Por que cada vez que leo tus relatos ( tus buenos relatos), me da la sensación que la vida esta pasando y no la veo, que tienes tu que yo no tengo, si el otoño tambien me llega...
creo que lograste tu objetivo provocar, le ganaste a todas las hojas que caen..
total..
Que vital se hacen esos encuentros casuales e infinitos.
Uf, me ha pasado un par de veces, y lo peor es como el recuerdo se va disolviendo, hasta ser solo una idea.
Saludos
comentario aleatorio, pero igual. últimamente me he estado acordando de una película de los '70 -esas películas inconfundiblemente de los '70, por eso me acordé con tu texto- donde un tipo llamado kowalski tiene que llevar un auto de una punta de ee.uu. a otra. anfetas, malentendidos, policías... el asunto es que el tipo en cuestión, ya fuera del "mal camino", termina de todos modos perseguido a través de no sé cuantos estados estrellándose contra una barrera policial. me dijeron que hicieron un remake, pero no me consta.
era una gran película.
Nada como las alucinaciones del recuerdo para hacernos sentir que lo que fue sigue en nuestro interior a pesar de las sumas y restas hechas por el tiempo.
Me gustó tu blog, saludos
ya sabes, una historia para ser vivida, no importa en qué vida
Chooooooo!!! Me quedé pegada en tu historia, mi querido Conde...
Qué triste son los encuentros casuales, pero más triste es saber que los dos se siguieron buscando, dejando un ciclo sin cerrar. Puede existir algo peor que las historias inconclusas???
Te sigo leyendo y disfrutando!!!
Un beso,
Icy
Que triste y cierta tu historia...a quien no le habrá pasado alguna vez! Historias parecidas, vidas paralelas,...
muy wena...
oye guapo! me dejas el nombre de alguna peli? Cómo es que se llamaba la de El Cielo Protector?
Perdona, te lo he preguntado varias veces.
Me das otras?
Besos!
Mel.
A todo esto, te dije que ya vi Un hombre y una mujer? Gracias! O esa me la recomendó Sanfe? Estoy confundida.
Permiso Forno,
Mel:
un hombre y una mujer es una película preciosa...a propósito de que la revisito ¿viste el rayo verde?
Permiso Forno...
Nop... así que anotada.
Gracias preciosa.
oooh... justo como a mi, bueno fue algo parecido pero ta buena la historia
creo haberlo vivido una vez y fue atroz,frio,sin sentimiento y desalmado.
pasado el tiempo el se entero que me habia pasado algo malo ubico mi telefono y me pregunto con mucho cariño por mi y de todo lo pasado.
no se hizo mencion a nuestro encuentro.
aaaaaaah! pero la madrugada y su especial luz es ideal para HACER EL AMOR!
LO MALO Q NO FUE SOLA UNA VEZ
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